jueves, 10 de mayo de 2018

Miles de puestos en el aire

Según advierte este medio, que puedes consultar pinchando sobre estas palabras, el Gobierno prepara un nuevo zarpazo contra el sector público, en el que podría ser el mayor ERE de la historia de España.



¿Qué nos lleva a sospechar esto? Hubo hace poco una sentencia europea que reconocía a los trabajadores interinos una indemnización por despido. La enorme cuantía de esas indemnizaciones situaba a España en jaque, dado que nuestro país está en la Champions de la temporalidad y cuenta con cientos de miles de estos contratos. 

Ese inusitado interés de Gobierno y Europa desatado recientemente hacia los trabajadores públicos españoles se debe, sospechamos, a la amenaza de verse desembolsando esa gran cantidad de pasta. No es capcioso pensarlo así: estos trabajadores llevan años en en el aire con la excusa de la crisis, ¿a santo de qué esta renovada inquietud por su estabilidad cuando están recortando lo que quieren y más?

Esta noticia es de hace dos telediarios, 
se trata del presupuesto para este año.

Aquel Acuerdo para la mejora del empleo público, de 9 de marzo, que firmaron el señor Montoro, UGT, CC.OO. y CSIF nos prometía subidas de nuestros salarios (subidas de 8% siempre que se cumpla el objetivo de que España logre la sostenibilidad y el crecimiento y/o gane el mundial de Rusia) y en cuanto al empleo prometía unas tasas de reposición casi totales. Pero ¿en qué situación quedan esos cientos de miles de interinos con este acuerdo?


Enlace al diario Economía Digital, que 
también se hace eco de esto.


A cambio de esta gran oferta de empleo (en la que además no sabemos si todos ellos lograrán plaza o no), el Gobierno quiere presionar a la UE para que prevalezca el criterio de la nueva abogada europea, Juliane Kokott, quien considera que los interinos deben tener la misma indemnización que los temporales, lo que abarata en mucho ese posible despido masivo.

Si nuestros sindicatos quieren lograr de verdad la estabilidad, 
 - ¿por qué no nos han movilizado para que todas esas personas que llevan en muchos casos décadas en el alambre tengan de una vez su trabajo seguro? 
 - ¿Por qué no exigen para interinos procesos de concurso de méritos por criterios de antigüedad como única valoración
 - ¿Y por qué no se cubren los puestos vacantes con oposiciones públicas o bolsas de empleo y se reparte así todo el trabajo que antes hacían más compañeros?

El pastel de la tarta de los servicios públicos es muy suculento para los intereses privados. La crisis, la estabilidad, el crecimiento, cualquier excusa sirve para "convencer" a nuestros representantes sindicales de que no hay más remedio que aceptar el mal menor. 

¿Y nosotros, los trabajadores? Nos dividimos entre los inmaculados, los que no quieren señalarse y viven en la más apolítica neutralidad, y los egipcios, que como no son interinos o les queda poco para jubilarse se ponen de perfil.

Aparte de la enorme insolidaridad que demuestran estas actitudes, suponen una gran ignorancia de la realidad. Más allá del salario directo (la nómina), hay otro "salario indirecto" que los trabajadores necesitamos como agua de mayo, y es la atención de los servicios públicos. Si estos servicios son perjudicados y destruidos, sólo los que puedan permitirse la asistencia privada podrán acceder a ellos. ¡Y recordemos que nuestros gobernantes pretenden hasta eliminar el "salario diferido" que son nuestras pensiones! ¿O quizás los egipcios y los inmaculados no tendrán que ir al médico una vez jubilados ni tendrán que hacer ninguna gestión pública o pedir una asistencia social?

Ante esta situación sólo cabe hacer frente común y organizarse contra las trampas de estos "pactos sociales" y "acuerdos de estabilidad", exigir de nuestros representantes un sindicalismo combativo y la participación de todos nosotros en ello. 



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