viernes, 7 de octubre de 2016

Estamos desamparados.

Como sabéis, desde junio del año pasado se modificó el sistema de representación sindical en el ámbito de los empleados públicos del Estado, de manera que actualmente existe un Comité único que nos representa a todos los laborales de la provincia. 

El nuevo sistema nos privó del anterior modo de representación sindical, en el que existía un número de delegados proporcional al volumen de plantilla en cada centro. Antes los empleados disponíamos de una manera más cercana de consultar los problemas que nos surgiesen en el día a día de nuestro trabajo. Actualmente para consultar es necesario dirigirse a ese Comité único por email, teléfono o en las reuniones que se celebran cada cierto tiempo en Plaza de España.

Desde un principio denunciamos desde la coalición SAT-ASI que esta centralización en un sólo órgano era claramente perjudicial para los trabajadores, porque distancia y ralentiza la relación entre sindicalistas y compañeros, con claro beneficio para la parte patronal.

Estamos comprobando que ahora además se añade otro aspecto que deteriora aún más la situación. A los retrasos en la conformación del nuevo comité, que consideramos comprensibles hasta cierto punto, dado el escaso apoyo de la Administración que el Comité recibió en cuanto a medios y provisión de local, hay que señalar la escasa eficacia que el Comité está demostrando a la hora de tratar los asuntos.

Se da la circunstancia particular de un compañero que ante un problema laboral solicitó la ayuda del Comité en el pasado mes de julio y nos consta que hasta la fecha ni siquiera se ha iniciado el estudio de su caso.

Este es un caso particular que afecta a este compañero en concreto, pero nada nos hace pensar que pueda ser un caso aislado, antes bien lo contrario, sospechamos que ante cualquier otra circunstancia que afecte a uno, a unos cuantos o a muchos de nosotros, el Comité carezca de capacidad de reacción. 

Desde la coalición SAT-ASI esperamos y deseamos que esta lentitud sea una circunstancia transitoria y no se convierta en la costumbre.

Recordamos además que, aunque esta circunstancia favorece a los intereses de los sindicatos mayoritarios (puesto que ante la situación de evidente desamparo de los trabajadores tiende a aumentar y perpetuar la relación de necesidad entre afiliados y grandes sindicatos) el espíritu del sindicalismo es el de la defensa de los derechos de los trabajadores y el del reforzamiento de la conciencia de clase y la unión obrera, en ningún caso es el aprovechamiento de parcelas de poder y el control de las ventajas que suponen los puestos de liberados, las horas sindicales, el manejo de los cursos de formación, la ventaja informativa en concursos y otros aspectos laborales, etc.

Seguiremos informando sobre el funcionamiento del Comité a todos los compañeros desde los medios de que disponemos en la coalición SAT-ASI.