jueves, 22 de diciembre de 2016

No, el ministro no vive en los mundos de Yupi

El nuevo ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, se ha estrenado con polémica gracias a su peculiar respuesta a una pregunta en la sesión de control del Congreso de ayer, en la que interpelado sobre los miles de españoles que se ven obligados a emigrar en los últimos años, daba la siguiente explicación:

“quienes salen fuera lo que muestran es una inquietud, una amplitud de miras, una adaptabilidad a nuevos horizontes… Ir fuera enriquece, abre la mente, fortalece habilidades sociales”. “Ir fuera no significa rehuir responsabilidades sino adaptarse a un mundo mejor”

Y se quedó tan pancho. 
Si observamos los datos que hemos trabajado desde el INE, la inmigración alcanza unas cifras preocupantes, que indican que son cientos de miles los españoles que tienen ese extraño síndrome de pies inquietos, teniendo en cuenta además que las estadísticas recogen a los residentes en España que han variado su situación en el Padrón. Es decir, la cifra es, con toda seguridad, muy superior.

Aún así, al señor ministro no le "parece una tragedia que los jóvenes se vayan al extranjero y se separen de sus familias". 
Ante semejante descaro,  la oposición responde indignada que el ministro demuestra "falta de sensibilidad e ignorancia absoluta" y en Twitter leemos frases, que suponemos son irónicas, del tipo "no quieren a los españoles".
El colectivo Marea Granate, que se autodefine como un colectivo transnacional y apartidista (granate por el color de los pasaportes), emite como respuesta -publicada en Eldiario.es - que el Ministro "vive en otra realidad" porque cobra el salario de un diputado, que además forma parte de un Gobierno marcado por "los chanchullos, abusos de poder, cajas B y simple y llana corrupción".
Según Marea Granate, el Gobierno vive en los mundos de Yupi


Es comprensible el enfado de nuestros representantes y de los colectivos sociales ante semejante desvergüenza de un destacado miembro del Ejecutivo. Sin embargo, un análisis más razonado de la situación nos lleva a pensar que, por desgracia, ni el ministro vive en un mundo de luz y de color ni se trata de una cuestión de empatía ni de cariño a sus paisanos. Ni siquiera el problema se basa únicamente en la corrupción. 

Cuando el Gobierno se dirige a los ciudadanos con esa prepotencia lo hace viviendo en el mundo real, lo hace con plena conciencia y sabiendo desde qué trinchera habla, porque ellos -al contrario que nosotros, al parecer- son plenamente conscientes de que pertenecen a una clase social diferente a la que pertenecen los demás.

Para la clase social dominante (propietarios de empresas, capitalistas y sus representantes), cuyos ingresos proceden de los intereses de sus posesiones y del trabajo de otros, el resto de mortales compone un conjunto de seres sumisos y maleables, a quienes pueden apretar las tuercas a conveniencia para obtener más beneficio.

A la clase social dominada, los que no poseemos más que nuestra capacidad de trabajo y dependemos de ello para subsistir, no nos queda otra que comprender nuestra situación y organizarnos para tratar de darle la vuelta al mundo en que vivimos y lograr que los medios de producción y empresas pasen a ser controlados por quienes producen el beneficio, esto es, la clase trabajadora.

Así pues ¿quiénes son los que viven en otra realidad? 
  • ¿Es el Ministro, que se sabe respaldado por el enorme entramado de un Estado represor que actúa como un rodillo? 
  • ¿Es el colectivo de empresarios, que patrocina a ese Gobierno y vive en la pax romana de una sociedad desclasada y en abandono de sus sindicatos?
  • ¿O son los trabajadores, que aceptan sin rechistar cada nueva vuelta de tuerca e incluso se consideran privilegiados por al menos tener trabajo y atribuyen su mala situación a corrupciones puntuales o falta de empatía de los gobernantes?

Piensen. 

jueves, 15 de diciembre de 2016

Sobre la asamblea del 14 diciembre

Compartimos con el resto de compañeros los asuntos de interés general que se debatieron ayer entre los asistentes a la asamblea.

Llevamos transcurrido ya más de un año en el nuevo modelo de comité a nivel provincial. Este cambio de representación sindical, como sabéis, modificó las Juntas para los empleados de las Administraciones Públicas de manera que hubiese una sola unidad electoral por provincia (incluido el personal civil del Ministerio de Defensa). Esto vino incluido en el fenomenal pack de medidas para "la modernización y ahorro" de aquel decretazo del PP que suprimió la paga extra y otros derechos como los canosos. 
Este es el email del Comité

De entre los derechos perdidos y aún no recuperados se encuentra este nuevo formato que engloba, por lo civil y por lo militar, a todo el personal laboral de la provincia en un único Comité de 25 miembros.

Señalamos que gracias a que en las pasadas elecciones sindicales se logró un importante número de votos en esta Delegación, que nos permitió obtener un representante de la coalición SAT-ASI, disponemos de información de primera mano para compartir con vosotros sobre el Comité. 
Si no se hubiese obtenido ese representante, la información que tendríamos se limitaría a las notas que los sindicatos mayoritarios nos envían por email, que -como vimos en la asamblea- es una información incompleta, o a lo que nos transmitan de manera individual los compañeros representantes de estos sindicatos y liberados.
Por muy buena fe que quieran poner estos compañeros en sus labores sindicales, veremos que esa información seguirá llegando de manera sesgada por estos motivos:

   ■ los sindicatos mayoritarios no demuestran ningún interés en mejorar la situación. Antes bien parecen estar interesados en que la actividad sindical tienda cada vez más a la captación de afiliados y a la disputa de la mayor cantidad de información que les permita controlar una situación de privilegio ante otros sindicatos menores.

   ■ este interés se pone en evidencia en que muchos compañeros ya prefieren ser tratados a nivel particular como afiliados a un sindicato, ante la lentitud de reacción del Comité, y a su vez los sindicatos fomentan ese trato individualista y exclusivo.

  ■ se demuestra también en que los representantes de los mayoritarios no permiten que las actas de las reuniones sean públicas y puedan conocerse por el personal representado.

  ■ tampoco existen unos días concretos en los que el personal laboral pueda dirigirse en persona a alguno de los miembros del Comité. La forma de contacto -si no existe algún compañero en su centro de trabajo o cercanías o no está afiliado a ningún sindicato- es mediante correo electrónico.

■ se aprecia también escaso interés en las ausencias de algunos miembros a las reuniones del Comité, que incluso llegan a delegar el voto a otros compañeros.


Esta situación a nuestro entender tiene graves consecuencias para el personal laboral, en cuanto a que la labor de los sindicatos queda limitada a la lucha por pequeñas batallas domésticas e incluso batallas particulares de sus afiliados, dejando de lado su más importante tarea, que es la defensa de lo público por encima del interés de la empresa privada. Consideramos que los sindicatos mayoritarios deberían poner su mayor empeño en concienciar al personal del progresivo deterioro de lo público. Este deterioro se aprecia en que ninguna de las bajas de compañeros que se retiran o se trasladan o padecen bajas de larga duración no se cubren, bajo la manida excusa de la crisis capitalista. Sin embargo, nuestro trabajo es vendido por trozos a empresas privadas cuyos honorarios no son precisamente baratos. ¿Creen los sindicatos que no hay motivo para preocuparse por ello? Y si lo creen así, ¿en qué se basan para creerlo si ellos mismos fomentan la desmovilización del personal? ¿En la bondad de nuestros gobernantes?

Por otra parte, no comprendemos tampoco la escasa información que nos llega de otros asuntos importantes, como es el caso de los procesos selectivos para promoción y paso de laboral a funcionario. No entendemos que no se exija al INE mayor claridad y que la información llegue a cuentagotas y tarde, provocando suspicacias y confusión en un asunto que debería ser transparente y abierto.


Los compañeros que en la asamblea debatimos estos asuntos valoramos tomar las siguientes decisiones:

- volver a solicitar en la próxima reunión de Comité que las actas sean públicas y que los compañeros podamos acceder si lo deseamos a informarnos sobre los asuntos que se tratan en las reuniones, quiénes asisten a ellas con regularidad y cuál es el sentido de su voto, tal y como debería ser.

- recordar a los compañeros de la Delegación que existe una dirección de email a la que pueden dirigirse para informarse y solicitar explicaciones al Comité.


De nuevo recordamos el email al que dirigir vuestras consultas


Por último, agradecemos el apoyo de los compañeros que colaboran y asisten a las reuniones de esta coalición. 

Animamos a los demás a que participen en ellas, recordando que los temas que tratamos son de interés de todos, que estamos abiertos a la participación de cualquier compañero y que participar no supone ningún perjuicio laboral -ni siquiera ha de reflejarse en el cospro- y no está afectado por la Ley Mordaza, ya pronta a derogarse.

Un saludo.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Aniversario de la Revolución de Octubre

Se cumplen hoy los 99 años de la Revolución de Octubre (también conocida como Revolución Rusa o Soviética), acontecimiento histórico que debe señalarse como una de las claves en la historia de la humanidad.

En estos tiempos de languidez e indeterminación política, para algunos será sorpresa que conmemoremos esta fecha. Y puede que, contaminados por las mentiras de la propaganda goebbelsiana capitalista (que durante décadas ha fatigado la satanización de cualquier aspecto del comunismo y sobre todo sus símbolos), algunos lo consideren impropio.

Lenin barriendo a los parásitos
en la portada de esta obra (cuyo
enlace añadimos al final)
Ignorancias y falsedades aparte, la Revolución de Octubre continúa suponiendo casi cien años después una gran esperanza para la clase trabajadora de todo el mundo. Repasemos algunos de los motivos:

La Revolución Bolchevique supuso la expresión de libertad de la voluntad popular por primera vez triunfante (anteriormente hubo otros intentos históricos en diferentes épocas, Espartaco, Comuna de París, todos ellos masacrados por el poder) y el éxito revolucionario de la organización obrera desde el materialismo, personificada en la figura de Lenin.


Supuso el paso de una sociedad feudal como era la Rusia zarista a un estado soviético (soviet=asamblea) desarrollado hasta los primeras posiciones mundiales a nivel social, económico y tecnológico. El legado cultural de la Unión Soviética perdura hasta nuestros días. Valga como ejemplo que los cosmonautas de nuestros días emplean la tecnología soviética para realizar los viajes espaciales (como la estación espacial Soyuz).
Obrero ruso de la época zarista y Valentina Tereshkova, primera mujer
cosmonauta que pilotó una nave espacial, la Vostok 6. Entre ambas
imágenes hay unas pocas décadas de diferencia.

Gracias al Ejército Rojo de la URSS la humanidad puede contar que se logró frenar el avance del fascismo por toda Europa, pues fue el ejército soviético quien soportó la gran parte de las bajas humanas y realizó la función militar decisiva, en contrario a la dudosa posición de otras potencias militares de la época, como EE.UU.
Soldados del Ejército Rojo en la liberación del campo de exterminio
de Auswitch. Sí, el cine nos ha hecho creer que fueron otros los libertadores.

Posteriormente otros muchos países en el planeta recibieron la influencia de esta revolución e iniciaron otras similares cuyo recorrido alcanza nuestros días. Además, muchos derechos laborales actuales, logros democráticos e igualitarios de la mujer, tuvieron su origen en ella. Es por todo esto, en resumen, por lo que merece la pena que los trabajadores celebremos la efeméride de este hito histórico de la lucha por un mundo distinto y superior humanamente al capitalismo. 

Viva la Revolución de Octubre y viva la lucha de la clase obrera.


Para interesados en el tema, recomendamos la lectura de 10 días que estremecieron al mundo, que puede descargarse en pdf desde este enlace:
http://www.cronicon.net/paginas/Documentos/paq2/No.22.pdf

viernes, 4 de noviembre de 2016

Otra perla de nuestro amigo Joan


El señor Joan Rosell, presidente de la confederación de empresarios españoles, vuelve a sorprendernos con otra de sus declaraciones  portentosas. 
En este caso considera que la incorporación de la mujer al mundo laboral "es un problema". Y es un problema porque, claro, habiendo poco trabajo ya de por sí, a ver de dónde sacamos el trabajo para ellas. 
Joan, amigo, te ahogas en un vaso de agua. Si quieres una solución eficaz, desde este blog podemos darte unas cuantas.

En primer lugar, hagamos que los medios de producción (máquinas, materias primas, materiales, locales) no estén en manos de los grandes empresarios, dado que no se les ocurre formas de crear más empleo e incluso lo destrozan. 

Dejemos los medios para manejarlos en comunidad por los trabajadores. Seguro que a ellos se les ocurre mil ocasiones para crearlo, en sanidad, por ejemplo, en educación, en vivienda... ¡Hay tanta necesidad de trabajo y faltan tantos puestos por ocupar!

Hagamos también que todos aporten algo, que incluso incapaces y poco imaginativos como Joan pongan su parte de trabajo, de manera que todos tengamos lo necesario y todos aportemos según podamos. De cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades.

Y así, tan sencillo, seguramente logremos dar trabajo a todos y, de paso, conseguiremos algo también: que siendo todas las personas iguales no haya lugar a situaciones machistas y despreciables como esta asquerosa declaración.


viernes, 7 de octubre de 2016

Estamos desamparados.

Como sabéis, desde junio del año pasado se modificó el sistema de representación sindical en el ámbito de los empleados públicos del Estado, de manera que actualmente existe un Comité único que nos representa a todos los laborales de la provincia. 

El nuevo sistema nos privó del anterior modo de representación sindical, en el que existía un número de delegados proporcional al volumen de plantilla en cada centro. Antes los empleados disponíamos de una manera más cercana de consultar los problemas que nos surgiesen en el día a día de nuestro trabajo. Actualmente para consultar es necesario dirigirse a ese Comité único por email, teléfono o en las reuniones que se celebran cada cierto tiempo en Plaza de España.

Desde un principio denunciamos desde la coalición SAT-ASI que esta centralización en un sólo órgano era claramente perjudicial para los trabajadores, porque distancia y ralentiza la relación entre sindicalistas y compañeros, con claro beneficio para la parte patronal.

Estamos comprobando que ahora además se añade otro aspecto que deteriora aún más la situación. A los retrasos en la conformación del nuevo comité, que consideramos comprensibles hasta cierto punto, dado el escaso apoyo de la Administración que el Comité recibió en cuanto a medios y provisión de local, hay que señalar la escasa eficacia que el Comité está demostrando a la hora de tratar los asuntos.

Se da la circunstancia particular de un compañero que ante un problema laboral solicitó la ayuda del Comité en el pasado mes de julio y nos consta que hasta la fecha ni siquiera se ha iniciado el estudio de su caso.

Este es un caso particular que afecta a este compañero en concreto, pero nada nos hace pensar que pueda ser un caso aislado, antes bien lo contrario, sospechamos que ante cualquier otra circunstancia que afecte a uno, a unos cuantos o a muchos de nosotros, el Comité carezca de capacidad de reacción. 

Desde la coalición SAT-ASI esperamos y deseamos que esta lentitud sea una circunstancia transitoria y no se convierta en la costumbre.

Recordamos además que, aunque esta circunstancia favorece a los intereses de los sindicatos mayoritarios (puesto que ante la situación de evidente desamparo de los trabajadores tiende a aumentar y perpetuar la relación de necesidad entre afiliados y grandes sindicatos) el espíritu del sindicalismo es el de la defensa de los derechos de los trabajadores y el del reforzamiento de la conciencia de clase y la unión obrera, en ningún caso es el aprovechamiento de parcelas de poder y el control de las ventajas que suponen los puestos de liberados, las horas sindicales, el manejo de los cursos de formación, la ventaja informativa en concursos y otros aspectos laborales, etc.

Seguiremos informando sobre el funcionamiento del Comité a todos los compañeros desde los medios de que disponemos en la coalición SAT-ASI.




lunes, 26 de septiembre de 2016

Semana de acción contra los tratados TTIP, CETA, TISA

Distintas organizaciones sociales, sindicales y políticas convocan este octubre la Semana de acción contra el TTIP y el CETA (del 8 al 15 de octubre)  a nivel mundial, como forma de información y de protesta ante las oscuras negociaciones e intenciones de estos acuerdos.
Muchos de nosotros desconocemos qué significan estos tratados, quiénes los están negociando, qué aspectos generales contienen y hasta qué punto nos afectan, pese a que sus consecuencias pueden modificar considerablemente las condiciones de los trabajadores.

¿Nos influyen a los trabajadores estos acuerdos?

Se trata de acuerdos llamados de "libre comercio" realizados entre la Unión Europea y EE.UU. (en el caso del TTIP) y la UE y Canadá (CETA) que se han venido negociando en secreto durante los últimos años y que se pretende sean ratificados en este año. 
Los tratados se centran en los intereses de las grandes corporaciones trasnacionales, principalmente estadounidenses, en detrimento de los derechos de las clases populares. 
A los recortes ya realizados por la UE en distintos países bajo la excusa del pago de la deuda y el sostenimiento del sistema bancario, habría que añadir por tanto y como remate una nueva oleada de tijeretazos en forma de privatizaciones y pérdidas de derechos laborales, más un gran impacto en la explotación de los recursos naturales, siempre bajo la finalidad de incrementar a cualquier coste los beneficios de esas grandes empresas.


¿Qué condiciones tratan los acuerdos?

  • Modifican la normativa existente sobre negociación colectiva, la privatización de servicios públicos, controles sanitarios y medioambientales, todo ello en favor de las grandes empresas.
  • Propician la privatización de servicios públicos y la eliminación de cláusulas sociales en los contratos públicos, desregulando las obligaciones de las empresas para su beneficio.
  • Suponen una nueva vuelta de tuerca a las reformas laborales y fiscales y por tanto una reducción más de la protección de los trabajadores.
  • Se destruirían puestos de trabajo en las empresas menos competitivas.
  • Aumentarían las dificultades para el sector agrícola, permitiría añadir alimentos provenientes de EE.UU. bajo otros estándares de producción o realizar fracking en nuestro suelo.




Pero ¿por qué nos influyen negativamente estos cambios?

En primer lugar, modificar las condiciones de comercio y legales de manera tan opaca y con tanto misterio, de manera autoritaria, imponiéndolos como una nueva realidad sin ninguna consulta popular, entrañan una pérdida de soberanía evidente de los ciudadanos.
El cambio viene impuesto desde arriba y para asegurar que ese orden jerárquico de las grandes empresas sobre los Estados y en consecuencia sobre la clase trabajadora no sólo se mantenga sino que se refuerce.

"El gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa", nos decían Marx y Engels en el capítulo primero del Manifiesto Comunista.  Una vez más queda demostrado que tenían razón.

La igualación de los derechos laborales a la baja (por supuesto el capital nunca iguala de manera favorable a los trabajadores) ponen en riesgo el escaso margen de defensa que nos queda a los trabajadores, dejando vía libre a la desregularización del trabajo. Recordemos que EE.UU. y Canadá no han suscrito ni la décima parte de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo. 


¿Y qué podemos hacer ante esta amenaza?


Necesitamos comprender que la concienciación y la movilización son fundamentales si queremos combatir estos procesos. Participar en las movilizaciones que se realicen para demostrar a los gobiernos de cada país que hay una gran masa que rechaza estos excesos. Concienciar a nuestras personas cercanas supone añadir nuevas fuerzas que extenderán hacia otros caminos esa conciencia. 
Incluso el gobierno mejor intencionado no podría hacer frente a los acuerdos internacionales si no existe una unión fuerte de las clases populares que demuestre que es capaz de resistir y anteponer la vida de las personas a los intereses empresariales. Articular la lucha en la clase trabajadora es llenar de dignidad nuestras vidas.
Desde ASI iremos informando de las distintas manifestaciones y actos que se produzcan en la provincia. 

Más info sobre el TTIP, el CETA o el TISA en los enlaces:
http://www.noalttip.org/
http://www.attac.es/category/internacional/ttip-ceta-tisa/
http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=4712

Cartel en apoyo del TTIP, cuyo formato nos recuerda el de famosas campañas electorales 

martes, 20 de septiembre de 2016

Sentencias europeas ponen en evidencia el sistema laboral español

Dos sentencias recientes del Tribunal de Justicia de la Unión Europea van a hacer que se cuestione toda la legislación laboral española actual. 

Hace unos días, una primera sentencia de este Tribunal de la UE advertía a España que es ilegal encadenar contratos temporales para una actividad que requiere un contrato fijo, es decir "permitir la renovación de nombramientos de duración determinada para cubrir necesidades permanentes y estables, a pesar de que existe un déficit estructural de puestos de personal fijo, infringe el acuerdo marco”. La sentencia se refiere al sector sanitario (parte de la denuncia de una enfermera que en un hospital público de Madrid encadenó 7 contratos temporales para hacer un trabajo continuado durante 3 años hasta 2013).
Estos contratos encadenados son parte del paisaje español desde hace unas décadas (que nos lo digan a nosotros), aunque se trató de limitarlos en tres "renovaciones" en gobiernos anteriores, pero en posteriores mandatos --incluidos los progresistas de ZP-- estas limitaciones fueron desapareciendo (1).

En otra sentencia de ayer, el mismo tribunal obliga a indemnizar con la misma cantidad los contratos temporales y los fijos (parte en este caso de otra denuncia de una empleada interina en el Ministerio de Defensa). La sentencia plantea que no sólo no deben existir diferencias en las indemnizaciones de los distintos tipos de contratos temporales (los interinos no cobran nada al ser despedidos, mientras que la mayoría de los temporales reciben 12 días por año trabajado al terminar su contrato), sino que no debe haberlas entre los temporales y los indefinidos (que cobran 20 días por año trabajado si sufren un despido objetivo, que es el que se produce –entre otras- por causas económicas, técnicas o relacionadas con la producción de la empresa). (2)

Según CC.OO. estas sentencias pueden afectar a unos 4 millones de trabajadores españoles (ellos manejan perfectamente el tema de la temporalidad y conocen bien el asunto) y creen que puede servir como precedente para reivindicar mejoras en las contrataciones y paliar los desastrosos efectos de los contratos por temporadas. Las sentencias afectan también a los empleos públicos.

Pero la experiencia nos lleva a ser pesimistas y esperar cualquier respuesta de los órganos legislativos españoles como respuesta a los europeos. Por ejemplo que, en el caso de que se vean obligados a equiparar los derechos de contratos temporales con indefinidos, no se haga a favor del trabajador (oh sorpresa) sino a la baja. Es decir, que se tienda cada vez más a aquel contrato único, pero con los derechos igualados por la parte desfavorable hacia el empleado. 

Recordamos de pasada que todas estas modificaciones en las condiciones laborales vienen marcadas por la mayor o menor presión que sobre Patronal y empresarios realicen los sindicatos y, sobre todo, la unión de los trabajadores. Por aquello de ver las barbas del vecino remojar, recordemos también que hace días el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, siguiendo el sentido común y la sensatez propias de la política moderna, anunció que iba a poner fin a la "cómoda vida de los funcionarios", eliminando los puestos fijos y los trienios. (3)




lunes, 5 de septiembre de 2016

Normalizar la esclavitud

En los intervalos de descanso de la electrizante novela Pasión por gobernar, que concluye en breve su segunda temporada y parece ser que tiene programada una tercera, los trabajadores podemos escaparnos al llegar a casa de la obnubilación parlamentaria y atender otros menesteres, y de este modo nos encontramos a veces con curiosos titulares como éste que nos regala El País:


Titular y una parte del artículo del 1 de septiembre en El País

No es un titular sarcástico ni va incluido en el suplemento para los altos ejecutivos junto con las recomendaciones de restaurantes con estrella Michelín. Es en serio y va recomendado a todos los lectores, no se refiere al gremio de los panaderos tampoco.
Se explica que es una moda procedente de EE.UU., como es lógico, y que se justifica en la mayor capacidad de ser productivos a horas tempranas. "Tú eres tu hábito, no al revés. No existe tal cosa como la predisposición" nos indican en el texto. Es decir, adapta tu vida a tu razón de ser, que es el trabajo, para ser más productivo para quien justifica tu existencia, que es la empresa.

Observemos este otro titular del suplemento cultural del diario 20 Minutos:

Del suplemento L´officiel, en 20 Minutos


Según este otro estudio, los "millenials" (personas nacidas a partir de los 80), al haberse criado en el entorno de la crisis mundial, se encuentran tan adaptados al contexto de la precariedad laboral que son capaces de sacrificar sus días de vacaciones por mantener sus puestos de trabajo.

Son dos ejemplos aislados de la prensa que podemos leer en estos días, de entre las decenas de artículos, "estudios", comentarios y reportajes que crecen a diario como setas en el campo abonado de un mercado laboral con millones de parados y empleos cada vez más miserables en cuanto a sus condiciones y salarios.

Somos tan mal pensados que nos preguntamos si esta tendencia en los medios (todos, los de la caverna y los progresistas) cumple una siniestra función de apoyo ideológico a los intereses de la Patronal. 

Que levante la mano el lector que alguna vez en los últimos años no haya pronunciado la expresión "somos unos privilegiados por tener trabajo" o "al menos tiene contrato y no se puede quejar". ¿Cómo es posible que hayamos llegado a este punto de sumisión?




Junto con el progresivo abandono de la movilización de la lucha obrera en las calles y el miedo generado gracias a la ley mordaza,  que criminaliza la protesta popular, a través de estos mensajes subliminales de la prensa se cuadra el círculo del sometimiento absoluto de la clase trabajadora frente a los intereses del capital.

El objetivo es el de normalizar lo que hoy han venido a llamar precarización de las condiciones laborales, esto es, el deterioro progresivo de los derechos de los trabajadores. Convertir en habitual, en cotidiano, en costumbre, lo que debería ser motivo de desaprobación, de condena, de respuesta contundente.

Forma parte de el capitalismo la manera de pensar individualista, egoísta, incapaz de razonar de modo solidario. Es por eso que nos quieren hacer creer que es preferible adaptar nuestra vida a un horario de pesadilla o incluso renunciar a los descansos con tal de no ser uno de esos que "sacan los pies del plato" y protestan. Es mucho más moderno y saludable, según ellos, modificar nuestra vida y nuestro pensamiento para someternos de buen grado y participar de la corriente favorable de la mayor productividad, emprendimiento y beneficio para las empresas.



Seamos conscientes de que el fruto de nuestro trabajo no va en nuestro beneficio sino en beneficio de aquellos que controlan las empresas. Nuestro tiempo es limitado, nadie va a devolvernos el tiempo ni el sacrificio que entreguemos voluntariamente a los empresarios, antes bien lo contrario, cada vez perderemos más tiempo libre, más capacidad para conciliar la vida laboral, más derechos educativos, sanitarios, sociales en general.

Seamos productivos, sí, por supuesto, pero produzcamos para nosotros los trabajadores, para el futuro de nuestros hijos y de la comunidad, no vendamos por un miserable salario nuestra vida para enriquecer a unos pocos cuya única capacidad es la de poseer por herencia o por poderío monetario los medios de producción.

Abramos los ojos. Que nunca normalicen la sumisión. Los derechos laborales no se mendigan, se defienden y se conquistan. Que viva siempre la lucha de la clase obrera.





jueves, 28 de julio de 2016

EPA, temporalidad y beneficio a coste de reducción salarial

Los datos de la EPA del segundo trimestre confirman la tendencia a la temporalidad y a la precariedad en el mercado laboral.
Aunque los interesados procederán hoy a vendernos los resultados como una prueba del crecimiento (en términos estadísticos los datos de paro bajan a niveles de 2010), una simple observación de la nota informativa del INE basta para desbaratar este espejismo.

Los contratos temporales son los que provocan este incremento. Del total de nuevos asalariados, 252.700, son 86.400 los que tienen contrato indefinido y 166.300 los temporales (66%).
El sector que más aumenta, por supuesto, es el de servicios. Aparte de que sea el trimestre en el que comienza la temporada estival (contratos de turismo de sol y playa, contratos para apoyar en las rebajas en comercios), observamos en esta tabla una explicación añadida al incremento en este sector:



Es el sector de la hostelería el que causa menos coste laboral al empresario. 
Observemos también esta curiosa tabla sobre los contratos de un día:



















Por tanto, la recuperación económica, aparte de haberse ralentizado en este trimestre, está fundamentada en la precariedad, en la rotación de los contratos, en su temporalidad extrema y en el menor coste laboral.
Es decir, la recuperación es una vuelta de tuerca más en el proceso de exprimir a los trabajadores.

Malos tiempos para que nuestros representantes políticos anden trivializando con el empleo precario y sin derechos.

miércoles, 29 de junio de 2016

¿Son los españoles unos tontos?

"Disfruten lo votado", "tenemos lo que nos merecemos" o "los españoles son imbéciles" fueron los comentarios más escuchados en la calurosa noche electoral del pasado 26J.

Tras la rabia y la frustración surgidas tras unos resultados que nadie esperaba, se multiplicaron en las redes sociales y grupos de whatsapp los mensajes de descontento. A ello se suman ahora suspicacias y las cuentas que andan a la caza del voto perdido. Se cuestiona el sistema electoral, se habla de pucherazo y fraude. Se echa la culpa, incluso, a las encuestas.

Mientras digerimos el desagradable resultado, a los mensajes de desencanto comienzan a mezclarse otros mensajes que nos parecen de extrema gravedad. Seguramente habremos leído ayer esta nota, colgada en el tablón de un hospital madrileño y que se ha hecho desgraciadamente viral:



Bien. Pasemos a demostrar, con la dificultad de procurar ser breves, por qué este mensaje está totalmente equivocado y por qué resulta gravemente perjudicial para los intereses de la clase trabajadora.

1. El inconveniente de participar en un juego es que uno acepta las reglas y el resultado que se produzca. Tanto si se gana como si se pierde. Al convencernos de que los trabajadores depositáramos todas nuestras bazas y, sobre todo, todas nuestras ilusiones en una apuesta electoralista, por muy favorables que fuesen los pronósticos, corríamos el riesgo también de perder.

2. Una vez producido el fracaso, el argumento del "ahora o nunca" y la victoria prometida se vuelven en nuestra contra, generando en los participantes una gran sensación de frustración.

3. No se explicó al electorado (porque obviamente no interesaba) que, independientemente del resultado que se hubiese producido, cualquier partido llevado al poder en las actuales circunstancias habría tenido que afrontar del mismo modo los recortes impuestos desde Bruselas (recordemos Syriza y Grecia). 

4. Ninguno de los cuatro grandes partidos que optaban a la presidencia presentaba un proyecto que rechazara frontalmente el sistema que sostiene la maquinaria de recortes y abusos, ni reunía el valor de atacar los fundamentos de ese sistema, el capitalismo. Más bien al contrario, los cuatro partidos eran un espectro de las variaciones posibles de recortes y explotación dentro de ese sistema, esto es, desde la opción más reaccionaria (PP) a la menos (Unidos Podemos). De ahí que los partidos llamados "del cambio" apelaran al voto útil y al pragmatismo del mal menor. Es lo que llamamos hoy día socialdemocracia: una mera reforma del sistema, sin cuestionamiento ni oposición al mismo.

5. No se planteó desde la izquierda la posibilidad de una alternativa diferente, confrontada a la UE y al capitalismo, que reivindicase un proyecto de clase, en lugar de aferrarse a conceptos de dudosa validez como la ilusión, la alegría, la ira contra la corrupción o el cambio por el cambio. Esto pudo producir en el electorado de las distintas sensibilidades de izquierdas, de por sí escasamente motivado, la sensación de encontrarse ante alternativas muy similares o al menos no muy distanciadas. Unido esto a la cercanía de los anteriores comicios, el hastío y la pesadez machacona de los medios, se pudo generar en los votantes potenciales un efecto contrario de desánimo y apatía.

6. La combinación de estos factores, tras el escrutinio, ha obtenido como consecuencia un único resultado: la desilusión. Para colmo, la alternativa más retrógrada de las posibles (cuatro años de gobierno de ultraderecha) queda a las puertas. El uso de los sentimientos que se hizo durante la campaña, tales como la rabia contra los corruptos, se ha visto aumentada y proyectada ahora ya no sobre los poderosos (casta) sino sobre nuestros semejantes, a quienes culpamos y consideramos idiotas. Es esto lo que produce reacciones tan funestas como la señalada en la imagen.

Y ahora ¿qué podemos hacer?

Nos queda un panorama bastante complicado, con un más que probable gobierno consentidor en la continuidad del expolio que ordenarán las instituciones europeas representando a los intereses del capital. Enfrente no habrá en los parlamentos españoles ni siquiera una pequeña trinchera de resistencia obrera. Liberalismo sin oposición, por tanto, con los movimientos sociales claramente en descenso y cada vez menos numerosos.

- Reparar el retroceso que supone popularizar la esperanza en que mediante unas elecciones nuestros problemas serán resueltos de la noche a la mañana. Hacer comprender que esos parlamentos son en realidad escenarios de actores que son manejados por intereses económicos que maniobran desde la tramoya por encima de ellos. 

- Desvelar que mientras los recursos y los medios de producción se encuentren en posesión de esos intereses económicos, ningún parlamento será realmente democrático y que sólo invertir esa situación a favor de los trabajadores podrá producir algún cambio favorable a ellos.

- Enseñar en los centros laborales a nuestros compañeros que las situaciones como la reflejada en el texto de la imagen sólo conducen al desmovilización, al enfrentamiento entre los propios trabajadores y por tanto al beneficio de los explotadores. Sin unión de los trabajadores y movilización en las calles hasta el resultado más maravilloso obtenido en unas elecciones sería inocuo para el capital.

- Reforzar la lucha basada en argumentos razonados, basados en la experiencia histórica y la vivida por cada uno de nosotros, tener memoria, traspasarla a los jóvenes que han sentido en estos días su primer desengaño, es decir, no apoyar nuestras batallas en simples cuestiones de fe o de sentimientos. Valorar, sí, la juventud pero recordarles que no todo en la vida se consigue de manera rápida y sin esfuerzo.

Se trata de una tarea ardua, en verdad. Pero es lo que nos ha tocado vivir. Nunca en la Historia ningún derecho obtenido por los desfavorecidos se logró por regalo o descuido de los poderosos. En todas las épocas hubo que luchar y nuestra lucha en los tiempos actuales es ésta. Ni novedosísimos partidos, ni extraordinarias campañas de propaganda, ni líderes excepcionales, por muy preparados que estén, serán jamás más fuertes que la unión organizada de los trabajadores conscientes, dispuestos, prevenidos y bien informados.  

Salud.